Desde la Fundación Ibn Battuta queremos condenar enérgicamente el ataque a dos Iglesias de Algeciras, provocando la muerte del sacristán Diego Valencia y herir a otras 4 personas (incluido un joven musulmán). Es un acto criminal, incomprensible, abominable, que nos ha conmocionado y nos ha llenado de dolor como musulmanes y no musulmanes.
Queremos transmitir nuestro pésame a la familia del fallecido y desear una pronta recuperación a los heridos.
Los musulmanes nos encontramos doblemente atacados, en nuestra imagen por un perturbado que se radicaliza de manera individual, debido a sus fuertes problemas personales y que encuentra en la religión su refugio, lleno no de amor sino de odio hacia los que profesan otra religión diferente a la suya. Pero también por algunos políticos que consideran que los católicos son buena gente y los musulmanes son terroristas. NO VAMOS BIEN. Este no es el camino para una buena convivencia en España, la comunidad musulmana no es culpable para nada de lo que una persona haga de manera individual. Es también un ataque a la propia comunidad. UN POLÍTICO NO PUEDE PROMOVER MÁS ODIO Y MÁS VIOLENCIA.
Pedimos a los políticos prudencia en sus declaraciones. Generar odio sobre un colectivo no ayuda a la paz, la concordia, ni a la convivencia. Los políticos están obligados a transmitir mensajes que alejen totalmente a los radicales y no alimenten más a los violentos. LA ISLAMOFOBIA NO ES LA SOLUCIÓN. Sus mensajes deben ayudar a que la convivencia entre las diferentes creencias sea posible y que juntos construyamos un futuro común y dejemos a nuestros hijos un país de paz, convivencia y cohesionado socialmente.
También queremos resaltar que el Salafismo Yihadista, como presuntamente parece ser que era el joven atacante, nada tiene que ver con su situación irregular, pues hemos tenido jóvenes nacidos en España que han abrazado el radicalismo yihadista. Por tanto, no hay que criminalizar a los inmigrantes musulmanes en situación irregular que ya de por sí es un auténtico drama y una falta de dignidad para sus vidas. El problema es mucho más complejo y no se debe tratar con simplismos, sino analizar profundamente las causas del radicalismo y afrontarlo con prevención y diálogo, y no con odio y discriminaciones.
Todos y todas, incluidos los musulmanes, tenemos un problema serio con el radicalismo yihadistas a nivel europeo, por lo que lo global nos afecta en lo local, en nuestros barrios y municipios. Solamente teniendo las cosas claras y trabajando todos juntos, podremos vencer al terrorismo y a la violencia venga de donde venga. No hay otra manera, estamos a tiempo de hacerlo bien, está en nuestras manos, independientemente del origen o las creencias de cada uno/a.
Mohammed Chaib
Presidente de la Fundación Ibn Battuta
Exdiputado al Congreso y del Parlament de Catalunya
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